Swarm y la enfermiza afición...de lo que sea
Acabo de ver una serie que me dejó impactado y pensando en cómo una afición se vuelve tóxica, aunque guardando sus proporciones porque el caso de esta serie es muy extremo.
Hace no mucho me topé con un video de Javier Ibarreche dando a conocer sus cinco series favoritas de 2023, entre ellas estaba “Swarm”. Bastó un poco de investigación para saber que Donald Glover tenía que ver en esta producción para darle prioridad (porque fan), aunque no al nivel de la protagonista.
Glover escribió la historia de una serie que me fascinó, además de protagonizarla, llamada Atlanta y si no la han visto, no pierdan el tiempo y hazlo. Su propuesta es difícil de describir pero le llamaría un humor negro sin involucrar elementos tradicionales de la comicidad introduciendo elementos situaciones que a cualquiera le podrían pasar.
Pero bueno, a grandes rasgos, Swarm gira alrededor de la vida de una joven afroamericana y su fanatismo por una artista que llega a los extremos. Esto me llevo a pensar que esta situación se puede trasladar a cualquier ámbito y aunque no he visto extremistas, si me ha tocado lidiar con personas en redes sociales que se sienten aludidos por no coincidir con lo que pienso y creo sobre sus equipos de la NFL.
Y repito, esto se traslada a cualquier ámbito, también en el político hay muchos ejemplos con los que me he cruzado como espectador. No suelo ocupar mis redes sociales para externar una opinión política, pero me resulta en ocasiones interesante ver cómo nos compartamos igual.
¿Cuántas veces has leído o escuchado un comentario sobre tu equipo o jugador favorito de la NFL que no encaja con lo que piensas e inmediatamente crees que el emisor es un tonto – tonto es por decirlo light – y no sabe?
Definitivamente es una reacción muy frecuente en las redes sociales creyendo que, porqué no creo que ganará un equipo, me dicen que los odio, que estoy en su contra y que no tengo idea de lo que hablo. Al inicio fue un tema complejo al que me tuve que adaptar y hoy al verlos, ya no tengo ningún tema. Uno crea callo ante estos comentarios.
No soy un tipo que se enganche con estos comentarios y los dejo pasar, porque en su mayoría solo critican e insultan al personaje. Sí, han habido algunos casos que se meten más allá de lo permitido pero se escudan detrás de una identidad falsa o no ponen su foto en su perfil. No vale la pena desperdiciar tiempo en responderles en esos casos.
Y justo es así la protagonista de Swarm, quien lleva este fanatismo al extremo y no solo deja las alegaciones en redes sociales. Esto lo lleva más allá de una discusión en el mundo digital.
Canción de esta semana
Sean tolerantes, es el consejo que les doy y acepten que no todos van a pensar como ustedes. Que su afición no es una extensión de su persona, deben disfrutarla y apoyar a su equipo incondicionalmente pese a lo que otros opinen. Ni los que apoyen a su equipo favorito son sus amigos ni los que no son sus enemigos…y viceversa…¿o cómo era?
En fin, vean Swarm y me platican si les gustó o no.