¿De qué depende que un Quarterback de la NFL sea considerado efectivo?
Hoy vemos casos como el de Russell Wilson que a dos semanas de que concluya la temporada se irá a la banca mientras que Joe Flacco está teniendo juegos consecutivos de 300+ yardas. ¿Por qué pasa esto?
Definitivamente hay quarterbacks que llegan a la NFL y que transforman las franquicias en las que juegan, aunque no es la norma. Es por eso que estos son considerados parte de la élite y recientemente hemos visto casos como el de Peyton Manning y Tom Brady que mantuvieron su calidad de juego cuando se fueron a otro equipo.
Hay muchos otros que llegan como novatos e impactan de manera positiva y se mantienen en esa franquicia durante toda su carrera. Tal es el caso de Ben Roethlisberger que pese a los cambios de entrenadores ofensivos, funcionó a lo largo de su carrera y se mantuvo como uno de los mejores en la NFL. Y solo hablo de los años recientes porque en el pasado era más común ver quarterbacks que jugaban durante su carrera con un mismo equipo.
Hay otros quienes llegan mostrando ser efectivos y dominantes pero al cambiar de equipo no parecen mostrar lo que nos tenían acostumbrados a verles. Y esto puede resultar en ambos sentidos, también hay casos de quarterbacks que no brillan en su primer equipo y luego se transforman o toman un segundo aire en su carrera mostrando un rostro que no les conocíamos.
Esta semana escribí sobre Rod Smith en denverbroncos.com
Mi punto aquí es que, cuando evaluamos cómo juega un quarterback en la NFL, perdemos de vista muchos factores siendo la fácil decir “es malo”, “no toma buenas decisiones”, “es un inepto”, etc. Sin embargo, no descarto que haya casos en los que sí, como hay QB élite, existen los que no nacieron para jugar en el nivel de la NFL. Pero ese no es el tema de esta ocasión.
Primer factor: Los entrenadores
Me parece sumamente importante evaluar el entorno del quarterback y el primero es conocer la estrategia ofensiva del equipo implementada por los entrenadores. Por muchos años en la NFL se buscaba un único perfil de quarterback, con estatura mínima, brazo potente, muy inteligente, presencia en la bolsa, porque al final del día no existían muchas variantes ofensivas.
Al paso de lo años se han ido sumando estrategias ofensivas que no necesariamente ocupan ese perfil de QB de antaño. Hoy puedes contar con quarterbacks que no rebasan el 1.85 m de estatura, que no tienen el mejor brazo o que dependen de sus piernas pero que al final del día son efectivos para conseguir el objetivo que es anotar puntos.
Mi Quiniela NFL de la semana 17
En la NFL hay entrenadores que adaptan su filosofía al quarterback en turno y en otros casos es lo opuesto, buscan que el QB con el que cuentan se adapte a su filosofía. En el primer caso luce como algo que apunta a funcionar y en el otro si el jugador no cuenta con lo necesario para adaptarse al sistema del equipo, terminará por no funcionar y por ende recibir las críticas y etiquetas de mal QB.
Estoy convencido que en la mayoría de los casos actuales nos encontraríamos en este factor.
Segundo factor: el resto de los jugadores ofensivos
Aquí entra el tema si el QB cuenta con una buena línea ofensiva para comenzar, factor que me parece vital y creo que durante la historia de este deporte ha sido así pese a que no siempre se les da el cariño adecuado. Este grupo de cinco jugadores son muy importantes para cualquier ofensiva, antes vitales para el juego terrestre que era clave pero que hoy en día con el cambio de paradigma hacia el juego aéreo, deben de darle tiempo al QB para encontrar su objetivo.
En la actualidad las defensivas cuentan con jugadores físicamente capaces de correr más rápido que un liniero ofensivo e incluso tan fuertes como para mover los 130 kg de peso que tienen en su camino. Contra eso batallan en cada jugada y los que hacen bien su trabajo, seguramente están en ofensivas efectivas.
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Después vienen los cinco jugadores restantes que dependiendo de la filosofía, situación y plan de juego, veremos menos o más receptores, alas cerradas y running backs. Ellos recibirán de una u otra forma el balón para avanzarlo y eventualmente conseguir puntos, aunque también serán importantes para bloquear o proteger. Si ese grupo no responde por la razón que me digan, no serán un grupo efectivo en donde sí, voltearemos a ver una vez más al quarterback.
Y se preguntarán, ¿qué no un quarterback bueno hace mejores a sus compañeros? Sí, pero no le llamaría bueno, sería élite.
Tercer factor: Su entorno
¿El jugador está cómodo con la relación con sus compañeros? ¿con su Head Coach y entrenadores? ¿En la franquicia?
Hay encuestas que realizan en la NFL a los jugadores en las que les preguntan su opinión sobre cómo el equipo los trata, qué les parecen las instalaciones, el gimnasio, la comida, etc. No todos los equipos cuentan con la misma calidad para que un jugador se desarrolle, entrene y se sienta cómodo para practicar el deporte.
Al final del día son seres humanos que van a un lugar de trabajo y si el ambiente no es el óptimo, no funcionarán igual. Sin embargo, creo que es el factor que menos saldrá a la opinión pública aunque no quiere decir que no exista.
Conclusión
El decir que un quarterback es bueno o malo por solo ver lo que ocurre durante 60 minutos de juego sería una evaluación incorrecta. Hablando de Russell Wilson específicamente, todo parece indicar que salió del entorno en el que se sentía cómodo para ir a otro en el que no, en el que llegó a ser uno de los que dirigía en su primer año con un entrenador novato para toparse con pared, en el siguiente con un entrenador experimentado y con una disciplina distinta.
Esto no quiere decir que la carrera de Wilson esté acabada, pero es probable que en Denver no encontró lo suficiente para sacar lo mejor de él. En cambio Joe Flacco, alguien que se creía que no regresaría a la NFL y menos a ser titular, está dando un buen rendimiento en un equipo en el que Kevin Stefanski ha mostrado sacar provecho del quarterback en turno. Los ha puesto en la mejor situación para brillar y hoy los tiene en playoffs pese al carrusel de QB en este 2023.
¿Dak Prescott brillaría en otro equipo? ¿Brock Purdy habría tenido un brillante inicio de carrera en otro equipo? ¿Patrick Mahomes sin Andy Reid habría brillado igual? Son cuestionamientos que probablemente no tengamos la respuesta pero que podría decir que la situación importa y mucho.
La canción de esta semana